1) Tómese un recipiente
inflamable donde quepa toda ignominia,
todo dolor, toda lágrima,
que bajo el Capital germina,
toda verdad acallada,
todas sus dulces mentiras,
toda su guerra inhumana,
toda dignidad perdida,
todas sus leyes de plomo
y su moral corrompida;
toda su historia de sangre
y toda nuestra agonía.
2) Agítese dentro del cóctel
cada tierra libre sometida,
cada océano contaminado
por el lucro y la avaricia,
cada tribu sin estandarte,
cada pueblo sin autonomía,
cada herida sangrando
en la memoria,
cada idea obrera reprimida,
cada niño explotado en la calle,
cada niña sin libro ni comida,
cada sueño con las alas rotas
que reinventa el vuelo cada día.
3) Úsese a modo de mecha
jirones de banderas y utopías
y agítese esta suma de elementos
hasta lograr la efervescencia
más temida,
utilícese en cada lucha y cada calle,
en trincheras por obreras defendidas,
arrójese sin miramiento alguno
contra siervos de Imperio homicida,
contra la cúspide del oscurantismo proxeneta
construida con nuestro sudor y plusvalía
y sea esa llama insurgente la que alumbre
el camino a la libertad y a la vida.
Cristhian Espinoza
Del libro "Escritos sobre la marcha".
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