La revista New Scientist cuenta la historia de luto de la gorila Malui, quien una semana después de dar a luz a un hijo muerto fue fotografíada jugando alegremente con una mariposas en las tierras bajas del Congo. Malui jugaba con las mariposas en el lodo mientras los otros gorilas se alimentaban ignorándola. Una semana atrás las cosas habían sido diferentes.
Luego de que el que hubiera sido el 4 hijo de Malui nació muerto –la gorila en vano intentó revivirlo dándole su pecho– su hija Mosoko la empezó a asear. La fotógrafa Anup Shah, quien capturó esta imagen dijo: “Ya que el aseo es raro, probablemente significa algo profundo. ¿Le estaba diciendo la hija a la madre que entendía su pena?”.
Conductas asociadas al luto y al sufrimiento por la muerte de seres cercanos han sido observada en delfines, elefantes y también en gorilas anteriormente. Malui llevó a su bebé en su espalda por 30 horas hasta finalmente abandonarlo.
Una semana después Sha tomó esta imagen en la que “Malui está disfrutando plenamente”. Al parecer ha dejado atrás el dolor. La imagen es una feliz sincronía que evoca la transición cícilica de la naturaleza: la mariposa que simboliza históricamente el renacimiento (también el vuelo del alma y a la diosa Psique). La vida sigue.
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