En medio de una Tierra antigua donde el tiempo parece detenerse, experimentas un nuevo ritmo vital. El aquí y ahora es el secreto de ese lugar.
Nada puedes planear, allí el ritmo te indica que debes soltarte sin forzar ninguna situación ni pensar que tú puedes dirigir, la vida se encarga amablemente de ello a cada instante.
Nada puedes planear, allí el ritmo te indica que debes soltarte sin forzar ninguna situación ni pensar que tú puedes dirigir, la vida se encarga amablemente de ello a cada instante.
Mujer sanadora y bruja, arquitecta de sueños, de nuevos mundos.. mujer sabia y viajera.
De pequeña escuchabas el desdichado canto de otros tiempos, caminabas despacio, mantenías el silencio.. el olvido como dogma.
Educaron tu ego, murmullo de siglos, ya poco quedaba.
Rígida e inmóvil, descubriste en el rugido del Universo y en el murmullo de los árboles, que lo femenino es la magia, la unión.. que no hay saber que se aprenda en la domesticación.
Creíste morir muchas veces, y encontraste en algún lugar la fuerza de seguir. Bailaste sola, y fue la danza más lograda al aprender por ti misma a caminar.
Pasaste noches en blanco, noches en negro, noches en rojo, noches de luz y de sombras. Noches de miles de estrellas. Te entregaste. Te protegiste. Fuiste herida e inevitablemente, heriste.
Mantuviste intacta la mirada. La que te define, la que te hace saber que ahí estás, que seguirás estando y nunca dejarás de estar. Construiste cimientos propios, en tiempos donde tu edificio recién se empezaba a erigir.
De pequeña escuchabas el desdichado canto de otros tiempos, caminabas despacio, mantenías el silencio.. el olvido como dogma.
Educaron tu ego, murmullo de siglos, ya poco quedaba.
Rígida e inmóvil, descubriste en el rugido del Universo y en el murmullo de los árboles, que lo femenino es la magia, la unión.. que no hay saber que se aprenda en la domesticación.
Creíste morir muchas veces, y encontraste en algún lugar la fuerza de seguir. Bailaste sola, y fue la danza más lograda al aprender por ti misma a caminar.
Pasaste noches en blanco, noches en negro, noches en rojo, noches de luz y de sombras. Noches de miles de estrellas. Te entregaste. Te protegiste. Fuiste herida e inevitablemente, heriste.
Mantuviste intacta la mirada. La que te define, la que te hace saber que ahí estás, que seguirás estando y nunca dejarás de estar. Construiste cimientos propios, en tiempos donde tu edificio recién se empezaba a erigir.
Ya eres aquella luz que tanto anhelas, todo aquello que pides y piensas.
Y en aquel tiempo también lo eras, sólo que no lo sabías. Hoy eres espejo de todas, y al verte reflejada en esta danza cotidiana, emerge tu memoria.. ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.
Y en aquel tiempo también lo eras, sólo que no lo sabías. Hoy eres espejo de todas, y al verte reflejada en esta danza cotidiana, emerge tu memoria.. ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.
Tu miedo más profundo no es que seas inadecuada, tu miedo más profundo es que eres inmensamente poderosa. Es tu luz, no la oscuridad, lo que más asusta. Jugar a ser pequeña no sirve al mundo.
A medida que permites que tu luz se irradie, inconscientemente permites que otras personas hagan lo mismo. Y al liberarte del miedo, tu presencia automáticamente libera a los demás.
A medida que permites que tu luz se irradie, inconscientemente permites que otras personas hagan lo mismo. Y al liberarte del miedo, tu presencia automáticamente libera a los demás.
Estas siendo llamada a brillar, desde tu espacio Sagrado Femenino, con alegría, sin domesticación.. entendiendo que la riqueza habita en tu interior y sólo basta conectar con ese secreto íntimo para comenzar a sanar, transitar por el sendero que elijas, camino medicinal en tu estancia en la Tierra, aquí y ahora, siempre.
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