domingo, 6 de marzo de 2016

Henri Michaux

LA VEJEZ DE POLLAGORAS
Me encantaría saber por qué siempre
soy yo el caballo que monto


    Con la edad –dice Pollagoras– me he vuelto semejante a un campo en el cual hubo batalla, batalla hace siglos, batalla ayer, un campo de muchas batallas. 
    Muertos nunca muertos del todo deambulan en silencio o descansan. Podríamos creerlos libres del deseo de vencer.
     Pero de pronto se animan, los que estaban acostados se levantan y atacan bien armados. Acaban de toparse con el fantasma del rival de antaño, quien, a su vez, sobresaltado, de golpe arremete febril, preparado el quite, obligando a mi corazón a acelerar su movimiento en el pecho y en el ser ceñudo que se anima a su pesar.
    Entre ellos libran “sus” batallas sin tregua, ciegos tanto a las precedentes como a las siguientes, cuyos héroes circulan anónimos y pacíficos hasta que, topándose a su vez con el rival contemporáneo, se incorporan en un instante y se lanzan irresistiblemente al combate.
Así es como tengo mis años –dice Pollagoras–, por esta acumulación. 
    Atestado de batallas ya libradas, reloj de escenas cada vez más numerosas que rugen, cuando yo quisiera estar en otra parte.
Así, como una mansión abandonada al Poltergeist, vivo sin vivir, lugar de apariciones que no me interesan ya, aunque ellas aún se apasionen y tumultuosamente se rehagan en un febril rebobinarse que no puedo parar.

martes, 28 de julio de 2015

No puedo soltarlo, estoy escondida en una masa uniforme y densa que vibra y transforma mi capacidad de autodefinición, masa rellena de mentiras, falsos miedos y gimoteos. A pesar de ello intento escarbar en mi conciencia, justo detrás de mis ojos para encontrar tierra a la que echar a las viejas heridas laceradas. Cada vez que voy al monte, al anochecer tengo miedo y fascinación instintiva, me veo en cada sombra, esperando, expectante, veo mi parte más brutal, soez y primitiva, con sangre seca en las manos y en las comisuras de los labios, corriendo silenciosamente con mirada vivaz detrás de una melena enmarañada y piojosa. Soy y no soy yo, son la fuerza de mis pulsaciones deseando escapar, arañando las paredes de mi cordura, es mi carne desnuda anhelando cubrirse con las estrellas, carne que le falta carne viva rodeando su pecho, le falta la sangre recorriendo por los dedos y heridas que no duelan en los pies, le falta el oxigeno, las tripas y el sudor. Hago un terrible ejercicio de mediación entre la nada y la mentira que compone mi ingrato reflejo. Escupo al cielo con la cara hacia arriba para recordar fantasías que otrora componían mi misterio. Siento el pecho encerrado e inundado por agua densa y de verde oscuro, pecho de pantano repleto de tristeza que se me otorgó en la violencia de mi nacimiento, con él me llevé por delante la vida y la muerte en una sola contracción y desde entonces camino por la fina cuerda de la melancolía y el abatimiento. No hay manera de no pisar estos cristales rotos.

Manifiesto vivo. Por Dani d’Emilia y Daniel B.Chávez

ternura radical es ser crítico y amoroso, al mismo tiempo
ternura radical es entender como utilizar la fuerza como una caricia
ternura radical es saber acompañarnos entre amigos y amantes, a distintas distancias y velocidades
ternura radical es escribir este texto al mismo tiempo desde dos continentes lejanos
…desde la misma cama
escribiendo al acariciar
ternura radical es saber decir que no
es cargar el peso de otro cuerpo como si fuera tuyo
…es compartir el sudor con un extraño
ternura radical es bailar entre cuerpos disidentes en un taller
…estar encimados y mantener la sonrisa y la fiesta
ternura radical es dejarse mirar; dejarse llevar
ternura radical es no desplomarse frente a nuestras contradicciones
ternura radical es no permitir que los demonios existenciales se conviertan en cinismos permanentes
es no ser siempre las mismas, los mismos, les mismes
es encarnar In Lak’ech…

porque tu eres mi otro yo
y viceversa
ternura radical es no tenerle miedo al miedo
ternura radical es vivir el amor efímero
es inventar otras temporalidades
ternura radical es abrazar la fragilidad
es enfrentar la neurosis de lxs demás con creatividad
ternura radical es encarnar gestos performativos que normalmente rechazarías
ternura radical es asumir el liderazgo cuando tu comunidad te lo pide, aunque no sepas qué hacer, ¡ni como hacerlo!
ternura radical es prestarle tus tripas a los demás
es ponerte el coño de tu amante como bigote
es arriesgarse a amar a contra pelo
ternura radical es creer en la arquitectura de los afectos
es encontrarnos desde los músculos mas cercanos al hueso
es creer en el efecto político de los movimientos internos
ternura radical es no insistir en ser el centro de atención
es tener visión periférica; creer en lo que no es visible
ternura radical es hacer del temblor un baile y del suspiro un mantra
es disentir con el máximo respeto
…transitar en espacios que no entiendes

ternura radical es aceptar lo ambiguo
es no pensar dándole vueltas a tu ombligo
es romper con patrones afectivos, sin expectativas claras
ternura radical es compartir sueños, locura
sintonizar, no solo empatizar
es encontrar una galaxia en los ojos de otrx y no dejar de mirar
es leer el cuerpo del otrx como un palimpsesto
ternura radical es canalizar energías irresistibles y convertirlas en encarnaciones indominables
es activar la memoria sensorial
es reconocer al otro por su olor
ternura radical es sentir la posibilidad en cada duda
es dejarse atravesar por lo desconocido
ternura radical es darle la opción a un narcisista de acoplarse, o re/pensarse
ternura radical es acariciar espinas
ternura radical es convivir con la falta
es mirar a las cosas a la cara con el cariño de quien las quiere ver
es sostenerse desde distintos lugares, aunque no todos sean hermosos
ternura radical es un concepto apropiable y mutante
ternura radical
es algo
que no hace falta
definir

http://hysteria.mx/ternura-radical-es-manifiesto-vivo-por-dani-demilia-y-daniel-b-chavez/

lunes, 23 de febrero de 2015

Neil Hilborn - This Is Not The End Of The World

I've been hearing that the world is ending.
I've heard it so much these days i can either completely ignore it or never leave my house again,
that is if I actually left my house for things that don't directly enable me to keep my house, 
see
I've been thinking about driving nowhere. 
I've been thinking about becoming a box inside a locked room inside a dark house at the dark end of the street.
I want to go away until i'm gone
it takes so much less energy to not exist than it does to exist and get burned.
I've been burned so much i'm not me anymore, I'm a stupid puppet version of me 
I've got strings that lead to nowhere,
nothing is pulling on me
I wish someone would drag my hand out of hiding and sign my name on a dotted line
There are days that I cannot find the sun even though its right outside my goddamn window. 
when getting out of bed feels like the key in the doomsday machine,
so on those days this is what I tell myself:
Whatever you're feeling right now there is a mathematical certainty that someone else is feeling that exact thing. 
This is not to say you're not special
this is to say thank god you aren't special
I have kissed no one good night
I have launched myself from tall places and hoped no one would catch me. 
I have ended relationships because suddenly I was also exposed
Isolation is not safety, it is death. 
If no one knows you're alive, you aren't. 
If a tree falls in a forest and no one's around to hear it, it does make a sound but then that sound is gone.
I'm not saying you will find the meaning of life in other people,
Im saying other people are the life to which you provide the meaning,
see we're wrong when we say
I think therefore I am.
The more we say it the more it sounds like 
I think therefore I will be.
You cannot think yourself into a full table
You cannot think and make walls and a roof appear around you
I have thought
and thought myself into corners made of words and nightmares
and what has it gotten me,
but more thoughts.
a currency that only buys more currency,
so please
if you want to continue existing 
do something 
learn to make clouds using only your breath
build a house even if every wall leans to the left
love it anyway
just like a season
just like a child
love how you hate yourself sometimes because goddamn at least there's still something to hate 
I know how easy it is to think and keep thinking until you're the last person left on earth
until the entire world becomes no larger than the space between your bed and the light switch
but 
I hear the world is ending soon.
when we go, and we're all going to go
I will be part of it.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Soledad y Desolación, por Marcela Lagarde

La soledad es la emancipación necesaria.

Nos han enseñado a tener miedo a la libertad; miedo a tomar decisiones, miedo a la soledad. El miedo a la soledad es un gran impedimento en la construcción de la autonomía, porque desde muy pequeñas y toda la vida se nos ha formado en el sentimiento de orfandad; porque se nos ha hecho profundamente dependientes de los demás y se nos ha hecho sentir que la soledad es negativa, alrededor de la cual hay toda clase de mitos.

Esta construcción se refuerza con expresiones como las siguientes ¿te vas a quedar solita?, ¿ Por qué tan solitas muchachas?- hasta cuando vamos muchas mujeres juntas-. La construcción de la relación entre los géneros tiene muchas implicaciones y una de ellas es que las mujeres no estamos hechas para estar solas de los hombres, sino que el sosiego de las mujeres depende de la presencia de los hombres, aún cuando sea como recuerdo.

Esa capacidad construida en las mujeres de crearnos fetiches, guardando recuerdos materiales de los hombres para no sentirnos solas, es parte de lo que tiene que desmontarse. Una clave para hacer este proceso es diferenciar entre soledad y desolación. Estar desoladas es el resultado de sentir una pérdida irreparable. Y en el caso de muchas mujeres, la desolación sobreviene cada vez que nos quedamos solas, cuando alguien no llegó, o cuando llegó más tarde. Podemos sentir la desolación a cada instante.

Otro componente de la desolación y que es parte de la cultura de género de las mujeres es la educación fantástica par la esperanza. A la desolación la acompaña la esperanza: la esperanza de encontrar a alguien que nos quite el sentimiento de desolación. La soledad puede definirse como el tiempo, el espacio, el estado donde no hay otros que actúan como intermediarios con nosotras mismas. La soledad es un espacio necesario para ejercer los derechos autónomos de la persona y para tener experiencias en las que no participan de manera directa otras personas.

Para enfrentar el miedo a la soledad tenemos que reparar la desolación en las mujeres y la única reparación posible es poner nuestro yo en el centro y convertir la soledad en un estado de bienestar de la persona. Para construir la autonomía necesitamos soledad y requerimos eliminar en la práctica concreta, los múltiples mecanismos que tenemos las mujeres para no estar solas. Demanda mucha disciplina no salir corriendo a ver a la amiga en el momento que nos quedamos solas.

La necesidad de contacto personal en estado de dependencia vital es una necesidad de apego. En el caso de las mujeres, para establecer una conexión de fusión con los otros, necesitamos entrar en contacto real, material, simbólico, visual, auditivo o de cualquier otro tipo. La autonomía pasa por cortar esos cordones umbilicales y para lograrlo se requiere desarrollar la disciplina de no levantar el teléfono cuando se tiene angustia, miedo o una gran alegría porque no se sabe qué hacer con esos sentimientos, porque nos han enseñado que vivir la alegría es contársela a alguien, antes que gozarla. Para las mujeres, el placer existe sólo cuando es compartido porque el yo no legitima la experiencia; porque el yo no existe.

Es por todo esto que necesitamos hacer un conjunto de cambios prácticos en la vida cotidiana. Construimos autonomía cuando dejamos de mantener vínculos de fusión con los otros; cuando la soledad es ese espacio donde pueden pasarnos cosas tan interesantes que nos ponen a pensar. Pensar en soledad es una actividad intelectual distinta que pensar frente a otros.

Uno de los procesos más interesantes del pensamiento es hacer conexiones; conectar lo fragmentario y esto no es posible hacerlo si no es en soledad. Otra cosa que se hace en soledad y que funda la modernidad, es dudar. Cuando pensamos frente a los otros el pensamiento está comprometido con la defensa de nuestras ideas, cuando lo hacemos en soledad, podemos dudar. Si no dudamos no podemos ser autónomas porque lo que tenemos es pensamiento dogmático.

Para ser autónomas necesitamos desarrollar pensamiento crítico, abierto, flexible, en movimiento, que no aspira a construir verdades y esto significa hacer una revolución intelectual en las mujeres. No hay autonomía sin revolucionar la manera de pensar y el contenido de los pensamientos. Si nos quedamos solas únicamente para pensar en los otros, haremos lo que sabemos hacer muy bien: evocar, rememorar, entrar en estados de nostalgia.

El gran cineasta soviético Andrei Tarkovski, en su película “Nostalgia” habla del dolor de lo perdido, de lo pasado, aquello que ya no se tiene. Las mujeres somos expertas en nostalgia y como parte de la cultura romántica se vuelve un atributo del género de las mujeres. El recordar es una experiencia de la vida, el problema es cuando en soledad usamos ese espacio para traer a los otros a nuestro presente, a nuestro centro, nostálgicamente. Se trata entonces de hacer de la soledad un espacio de desarrollo del pensamiento propio, de la afectividad, del erotismo y sexualidad propias.

En la subjetividad de las mujeres, la omnipotencia, la impotencia y el miedo actúan como diques que impiden desarrollar la autonomía, subjetiva y prácticamente. La autonomía requiere convertir la soledad en un estado placentero, de goce, de creatividad, con posibilidad de pensamiento, de duda, de meditación, de reflexión. Se trata de hacer de la soledad un espacio donde es posible romper el diálogo subjetivo interior con los otros y en el que realizamos fantasías de autonomía, de protagonismo pero de una gran dependencia y donde se dice todo lo que no se hace en la realidad, porque es un diálogo discursivo.

Necesitamos romper ese diálogo interior porque se vuelve sustitutivo de la acción ; porque es una fuga donde no hay realización vicaria de la persona porque lo que hace en la fantasía no lo hace en la práctica, y la persona queda contenta pensando que ya resolvió todo, pero no tiene los recursos reales, ni los desarrolla para salir de la vida subjetiva intrapsíquica al mundo de las relaciones sociales, que es donde se vive la autonomía. Tenemos que deshacer el monólogo interior.

Tenemos que dejar de funcionar con fantasías del tipo: “le digo, me dice, le hago”. Se trata más bien de pensar “aquí estoy, qué pienso, qué quiero, hacia dónde, cómo, cuándo y por qué” que son preguntas vitales de la existencia. La soledad es un recurso metodológico imprescindible para construir la autonomía. Sin soledad no sólo nos quedaremos en la precocidad sino que no desarrollamos las habilidades del yo. La soledad puede ser vivida como metodología, como proceso de vida.

Tener momentos temporales de soledad en la vida cotidiana, momentos de aislamiento en relación con otras personas es fundamental. y se requiere disciplina para aislarse sistemáticamente en un proceso de búsqueda del estado de soledad. Mirada como un estado del ser – la soledad ontológica – la soledad es un hecho presente en nuestra vida desde que nacemos. En el hecho de nacer hay un proceso de autonomía que al mismo tiempo, de inmediato se constituye en un proceso de dependencia.

Es posible comprender entonces, que la construcción de género en la mujeres anula algo que al nacer es parte del proceso de vivir. Al crecer en dependencia, por ese proceso de orfandad que se construye en las mujeres, se nos crea una necesidad irremediable de apego a los otros. El trato social en la vida cotidiana de las mujeres está construido para impedir la soledad. El trato que ideológicamente se da a la soledad y la construcción de género anulan la experiencia positiva de la soledad como parte de la experiencia humana de las mujeres.

Convertirnos en sujetas significa asumir que de veras estamos solas: Solas en la vida, solas en la existencia. Y asumir esto significa dejar de exigir a los demás que sean nuestros acompañantes en la existencia; dejar de conminar a los demás para que estén y vivan con nosotras.

Una demanda típicamente femenina es que nos “acompañen” pero es un pedido de acompañamiento de alguien que es débil, infantil, carenciada, incapaz de asumir su soledad. En la construcción de la autonomía se trata de reconocer que estamos solas y de construir la separación y distancia entre el yo y los otros.


http://vrdelafuente.wordpress.com/2012/06/12/marcela-lagarde/

lunes, 29 de septiembre de 2014

SEXSURFING (FRAGMENTO)

El sexo, como la belleza, se basta para ofrecer una tregua al mundo pues sólo las pasiones intensas fijan el destino de las cosas.
Cierra los ojos y se vuelve de espaldas: su ano es un pliegue pequeño y perturbador como la fotografía del orificio de una bala.
Y el vello de su coño es breve, casi rojo, como un montoncito de marihuana quemándose en la palma de la mano.
No me importa quién soy yo mirando aquí, ni siquiera me pregunto qué es toda esta incertidumbre que me rodea.
Me considero demasiado insignificante para hacerme preguntas y sé que quien pregunta altera el curso del universo.
Soy en cualquier caso alguien que busca un lugar donde refugiarse y sabe que el sexo es el último refugio, la última resistencia.
Ella se pone boca arriba y sonríe. Sus pechos se agitan debajo de la camiseta como se agita un postre de gelatina.
No, afirma desde el fondo de la pantalla, el sexo es el principio. Es volver a iniciar una relación íntima con las cosas. Ser conscientes de la materia con que estamos hechos.
Las cosas se perdieron y nosotros nos perdimos de las cosas.
Hay una sensación de urgencia. Hay algo peligroso dentro de nosotros.
Hace cada vez más frío.
Porno ficción
Diego Doncel