martes, 20 de noviembre de 2012

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La vida jamás ha tenido menos sentido. La vida jamás ha sido tan poco sentida. La vida jamás ha sido tan poco vivida. Jamás tan plástica, triste, desapasionada, y desnaturalizada, y al mismo tiempo tan entretenida. ENTRETENERSE ESPERANDO A LA MUERTE ES LO QUE HOY SE CONSIDERA VIVIR. Todo gira alrededor de una palabra: ¿más? Queremos más tiempo… que desperdiciar. Queremos más cosas… con las que enterrarnos. Nacemos para morir y el camino está fríamente trazado en el inconsciente colectivo.

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